El año se va, y el blog parece abandonado. Pero siempre es un buen momento para hacer un nuevo post. Más aún cuando es fin de año y se puede hacer un balance de lo que fueron las defensas.
Lo primero a destacar es la solidez de Boca, campeón con una defensa clave en el camino al título. Julio César Falcioni logró un cambio drástico, de recibir 35 goles en el Clausura 2010 a sólo seis en el Apertura 2011. El técnico armó una línea de cuatro defensores con Facundo Roncaglia, Rolando Schiavi, Juan Insaurralde y Clemente Rodríguez, sumado a las brillantes atajadas de Agustín Orión y la colaboración del mediocampo.
Boca logró el título gracias a su defensa, y esto se ve demostrado en la baja cantidad de goles a favor (hizo 25, tres menos que el torneo anterior donde quedó 16º). Los dirigidos por Falcioni mantuvieron su arco en cero en 14 partidos. El Xeneize no es el único que optó por este formato de juego y le salió bien, también Racing que terminó segundo con escasos ocho goles en contra. El ex equipo de Simeone apostó a la solidez defensiva para pelear el campeonato. Quizás los doce puntos de diferencia sean por los goles a favor, convirtió nueve menos que Boca.
En el otro extremo de la tabla se ven los casos opuestos, Banfield y Olimpo. Último y anteúltimo. Los bahienses terminaron el campeonato con 25 goles en contra, mientras que el Taladro, que aún tiene un partido postergado con Estudiantes, ha recibido 27.
Con el ejemplo de estos cuatro equipos, dos en la cima y dos en el fondo de la tabla, se ve claramente por donde pasa el fútbol argentino actualmente. La defensa es fundamental. Por supuesto que sin compañía de goles a favor sería imposible, pero mantener la vaya invicta siempre es importante. Más aún cuando se quiere pelear un campeonato.
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