El 30 de octubre de 2007 se enfrentaba River Plate de Argentina contra Defensor Sporting de Uruguay por la Copa Sudamericana. La ida ya se había disputado hacía cinco días en Montevideo y el marcador había terminado 2 a 2, el empate favorecía a los Millonarios por los goles de visitante.
Por el lado de los River iba a ver esa noche dos personajes claves, el arquero Juan Pablo Carrizo y el central Eduardo Tuzzio. El estadio Monumental estaba repleto y los hinchas pretendían acceder la semifinal, algo que solo había logrado en 2003 cuando River llegó a la final y perdió contra Cienciano de Perú.
Carrizo es un arquero excelente, le ha dado muchas alegrías a su club, pero también le gusta salir jugando con la pelota, gambetear a los rivales y poner el corazón en la boca a los espectadores y sus compañeros. Tuzzio por otro lado es un central firme, con mucha inteligencia, liderazgo y que entiende el juego a la perfección.
Esa noche del 30 de octubre, si el arquero de River no sería tan bueno bajo los palos, no habría nacido futbolísticamente en el club y no tuviera compañeros que lo conocen a la perfección, es posible que su acción le abría costado la titularidad. En ese partido contra Defensor Sporting se dieron todas las circunstancias para crucificar a Carrizo, ya que si los visitantes convertían un gol dejaban afuera al equipo de Núñez.La jugada fue muy rápida, mucha gente en el área de River y un centro lejano de la banda izquierda que caía en el punto penal. Carrizo salió lejos a cortar, pero como su rechazo no fue bueno, entonces corrió para remediar su error y pateó la pelota lejos.
Hasta el momento que el balón se aleja de la cercanía del arco de River no había nada nuevo ni complicado más que la salida en falso de Carrizo. Pero ese mal puñetazo del arquero podría haber sido el último sino estaba Tuzzio para salvar la eliminación de su equipo de la Copa.
La situación más crítica de la noche se dio porque el despeje derivó en un jugador de Defensor Sporting que estaba muy atento en la mitad de la cancha y pateó directamente al arco que se encontraba vulnerable. El arquero Millonarió corría desesperado para llegar a tapar el remate pero era imposible que lo haga a tiempo.
Ese es el momento donde se vio toda la categoría e inteligencia de central de River Tuzzio que entendí la jugada y se paró en la línea de su arco. La pelota venía por el aire después de ser impactada por el jugador visitante y el defensor local con su cabeza evitó la caída de su valla y la eliminación de la Copa Sudamericana.
En esta jugada queda reflejada la importancia de estar atento todo el partido, por más que la pelota se haya alejado del arco a defender. También la capacidad de anticipación como beneficia a un central para salvar a su arquero, algo que es fundamental en todos los jugadores que ocupan el puesto de central.
Por último, el video de la situación
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