Geoge Orwell en su libro 1984 cuenta un ficción sobre como un partido político controlaba a la población, un método duro pero eficiente. Con telepantallas en las casas de los proles (empleados estatales), en las plazas, en los bares y los principales centro de reunión de la gente se controlaba a la población imponiendo lealtad al partido. Quizás un forma demasiado exigente para un equipo de fútbol y difícil de aceptar por los jugadores, pero que traería excelente resultados.
Orwell cuenta que en todos lados estaban estas telepantallas que filmaban todo lo que hacían las personas para que alguien mire y controle que no haga nada indebido. A su vez se procuraba órdenes e informaba sobre las cuestiones de guerra o producción. Para implementar en la vida de los jugadores se podrían poner en las puertas y ventanas, siempre está el que no sale por la entrada principal, estas telepantallas para vigilar los movimientos de todos.
Otro aspecto positivo de esta tecnología es la continua motivación que pueden recibir los jugadores, recordar los métodos de ataque y defensa de los rivales, las carencias, el modo de juego de cada contrincante. De esta forma se implementaría una charla técnica constante y por voluntad del jugador o insistencia se llegaría a los jugadores.
Es una medida que también puede afectar de manera contraproducente ya que los jugadores la pueden tomar a mal y rehusarse a jugar para que quiten las telepantallas. En el libro a quien se revelaba al partido se lo hacía desaparecer, algo imposible desde lo ético y moral en la actualidad. Con la tecnología de hoy en día algún técnico muy obsesivo con su trabajo podría probar implementar esto y ver los resultados. ¿A caso lo que hacía Bilardo de despertar a sus jugadores para ver a quien marcaban a cualquier hora de la madrugada no es algo similar?
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